Un grupo de personas y organizaciones de la sociedad civil de Malinalco, que colaboran entre sí desde hace años, se asumió en 2019 como Red y lanzó el siguiente Manifiesto.

Somos un grupo de personas vinculadas a organizaciones ciudadanas que trabajan en la región de Malinalco. Entre nosotros hay lazos de confianza, objetivos comunes y experiencias de muchos años derivadas del compromiso que tenemos con quienes vivimos en este mágico lugar.

Habitamos una región privilegiada.  Agua, biodiversidad, suelo fértil, aire puro, microclimas benignos, vestigios arqueológicos, monumentos históricos, arquitectura vernácula, diversidad cultural, la hacen única y especial.  Encontramos además en Malinalco una tradición de personas creativas, curiosas, inteligentes, trabajadoras, de trato suave, solidarias y valiosas, y con fuertes lazos comunitarios.

Trabajamos desde hace años para que Malinalco y sus habitantes podamos conservar e impulsar esa riqueza que produce la biodiversidad de sus montes y huertas, la educación de jóvenes, niños y padres de familia, la participación democrática, por un trabajo digno. Los derechos humanos, la ética, la equidad y la seguridad, la buena alimentación, la prevención de desastres, las iniciativas ciudadanas, la salud, la creatividad, la contentura, son también parte de nuestras preocupaciones.

Sabemos que México vive una profunda crisis social, cultural, ecológica y de salud a la que Malinalco no es ajeno.  La cantidad de cosas que produce, consume y desecha hoy nuestra especie, se han conseguido a costa de empobrecer y destruir culturas y ecosistemas y acabar con fuentes no renovables de energía y materiales finitos. Ahora, el planeta no aguanta más. Lo que estamos viviendo hoy es una crisis, quizás final, de esta civilización.

Nuestro lugar.  Frente a los catastróficos informes de organismos internacionales que muestran apabullantes cifras millonarias de lo que sucede en el planeta; frente a las decisiones de gobiernos federales que van y vienen y sobre los que no podemos influir directamente, la opción de actuar en el lugar donde vivimos nos salva de la desesperanza y la parálisis.

La vida en la tierra prospera a través de una red global de fenómenos locales. Es aquí y ahora donde podemos hacer algo, en cada situación particular y vinculados en redes.

El lugar nos identifica, nos contiene, es donde habitamos, nuestra casa (Oikos).

Comprende el  barrio, el pueblo, la microcuenca, la región. Este territorio colectivo son nuestras redes,  lo que podemos cuidar, entender, transformar, heredar; aquí se encuentran los bienes comunes reales y concretos de los que participamos.

Nuestro lugar es finito, tiene contornos, límites y proporciones, posee raíces e historias, es conocible y conocido. Es el ámbito cotidiano donde podemos hacer comunidad y dejarnos tocar. Es nuestro y somos de él.

Lo que tenemos, donde mejor nos relacionamos, lo que podemos ordenar, cuidar y embellecer; donde desarrollamos mejor nuestras capacidades, nos cuidarnos entre nosotros y hacemos cosas buenas es el lugar nuestro donde todo comienza.

En lo local está nuestro lugar con su diversidad y las posibilidades de adaptarnos a ella, con lo multicultural, las soluciones creativas y diferentes para cada situación en la que interactuamos.

Aquí es donde podemos cambiar nuestro modo de vida, pisar más ligeramente sobre la tierra e impulsar esos cambios en nosotros y en las comunidades y personas que tenemos cerca.

Hemos sido testigos de cómo se pierden esas características que hacen privilegiada a esta región.

En los últimos treinta años  se ha visto en Malinalco un cambio de modo de vida muy importante, que empezó en los pueblos grandes y se extiende por toda la región.

En ese cambio de vida Malinalco perdió autosuficienciq, capacidad de sostenerse y capital natural y social.

A pesar de los deseos y los esfuerzos de tanta gente, los bosques y selvas de esta región se deterioran y desaparecen.

Año tras año vemos cómo el temporal se acorta, la lluvia es menos copiosa y los ríos y manantiales se cargan menos.  Lenta pero inexorablemente, la sequía le gana terreno.

De manantiales de los que ya no brota tanta agua como antes, y otros que de plano se han secado, platican campesinos, fontaneros y administradores del agua potable y de riego.

El calor que padece el planeta se hace más fuerte y constante también en Malinalco y junto con la sequía, trae incendios devastadores en primavera y heladas frecuentes en invierno.

Especies de animales y plantas silvestres, antes comunes en esta región, ya no se encuentran o apenas vislumbramos asombrados algunos ejemplares de ellas.  La naturaleza está perdiendo su poder de regenerarse.

El suelo de los campos, que era grueso y suave, ha perdido su fertilidad, se volvió adicto a los fertilizantes químicos y ahora los cultivos se plagan, enferman y secan fácilmente.

Barrancas y ríos padecen por la basura y las descargas de agua sucia, venenosa y pestilente.

Llegaron productos baratos del exterior y el campo perdió su importancia.

Aparecieron acaparadores comprando terrenos y haciéndose dueños de muchas hectáreas de tierra.

Ha cambiado la alimentación y el modo de vida y cada vez más personas, niños incluso, tienen problemas de salud como adicciones, embarazos precoces, obesidad, diabetes y presión arterial alta.   Dicen los que saben, que por aquí la gente ya no es tan longeva como antes.

Creemos que aún es posible transitar hacia un Malinalco sano, multicultural, biodiverso, equitativo, contento y educado donde imperen el cuidado,  los derechos humanos, la participación ciudadana razonada y el buen vivir.

Colaborar en la regeneración de la riqueza natural de Malinalco es imprescindible para transitar hacia un modo de vida realmente sustentable y comunitario.

Consideramos la naturaleza como el mayor bien común que tenemos, como parte de nosotros y a nosotros como parte de la naturaleza.

Pensamos que la cultura campesina puede seguir floreciendo junto con el campo y el monte, donde trabajar la tierra y cuidar el bosque tiene que convertirse en una alternativa de vida buena para las jóvenes generaciones.

Ésta es una región donde podríamos tener acceso a alimentos sanos, frescos, variados y producidos localmente. Donde aún es posible que se regenere la biodiversidad. Donde todavía hay una cultura comunitaria. Una región productora de riqueza que puede ser sustentable y compartida. Donde podemos tender a la autosuficiencia alimentaria, como ha recomendado la UNESCO.

LA RED

Nuestra respuesta a la urgencia de un cambio frente a la crisis civilizatoria que estamos viviendo es asumirnos como red de personas y organizaciones locales.

Una red de confianza, flexible, que podamos remendar, extender y usar de muchas maneras.  Una red que sostenga, contenga, otorgue sentido, permita, permanezca, evolucione. Una red que nos enseñe a confiar, contar con los demás y aprender de ellos.

Sabemos que la vida como la conocemos es una red de redes de interacciones en la que todo está interrelacionado y nada es ajeno a ella.

Entre todos, detentamos múltiples saberes y experiencias complementarias.

La diferencia es que ahora nos asumimos como una red en la que pretendemos:

  • Apoyarnos para que nuestro trabajo rinda más y mejores frutos y nos lleve a un Malinalco resiliente, comunitario, igualitario, pacífico y democrático.
  • Comprometernos con la regeneración de los sistemas naturales y sociales locales que sustentan la vida toda.
  • Convertirnos en un interlocutor escuchado y valorado por autoridades, líderes y demás personas de la región de Malinalco. Estamos seguros de que los derechos humanos deben ser la base de una democracia municipal. Queremos que las autoridades pongan su foco de atención en los bienes comunes, básicos para vivir bien:  el agua, el clima, la educación, la seguridad Y también la producción de alimentos, agua y energía, la movilidad, cultura, cuidado, comunitariedad.
  • Vincular las respuestas frente al cambio climático a programas locales de gobierno  para reducir la pobreza y mejora de la calidad de vida y oportunidades de la población.
  • Aliarnos con personas, organizaciones y redes valiosas que trabajan en diversas partes del planeta en el mismo sentido que nosotros.
  • Alinearnos con los objetivos y metas de desarrollo sostenible promovidos por la ONU y firmados por México y la mayoría de los países del mundo.

Red Malinalco, 18 de octubre de 2019

 Acervo Malinalco, Consejo del Patrimonio de Malinalco, El Tecorral Casa Comunitaria, Fundación Comunitaria Malinalco, Grupo Ambiental Malinalco, Imaginalco, Observatorio Ciudadano de Malinalco, Voces y Visiones.

 

 

 

 


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