Reflexiones a partir de la lectura de material que forma el Acervo de Malinalco

Aquí en México, y en el resto del mundo también, casi todas las personas usamos plantas medicinales para prevenir y controlar enfermedades, aliviarnos o curarnos.  Casi todos conocemos también para qué pueden servir  por lo menos algunas de ellas. 

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Granada china cultivada en Malinalco.
2 2018-10-22
80% de la población mundial usa plantas medicinales. Aquí, comentarios sobre la granada china

 

 

 

 

 

 

 

Los que habitamos en comunidades rurales tenemos una botica natural a nuestro alrededor y al alcance de la mano.

Tan solo en las huertas de San Nicolás Malinalco, hay documentadas entre 165 y 222 especies de plantas, de las cuales más de la mitad son reconocidas por la población como medicinales; entre ellas 56 frutales*.

El conocimiento sobre ellas no es algo que los niños aprenden en la escuela.  Se transmite de boca en boca, de generación en generación, de práctica en práctica.  Siempre hay personas que saben cómo son, dónde están, cuál es su ciclo de vida, cuándo conviene recolectarlas y cómo prepararlas y usarlas para prevenir malestares, aliviarse, “controlarse” o curarse con ellas. 

Como hemos oído o leído, los saberes en torno a estas plantas son muy antiguos.  Han sobrevivido a muchas civilizaciones.  Si un día la industria farmacéutica desaparece, nos queda la medicina tradicional. Esto significa que las plantas medicinales son sustentables, que están dentro de los ciclos naturales regenerativos y para quien las quiera tomar. Al alcance de todos, más allá del dinero y los  negocios. Como hasta hoy en la naturaleza y desde hace miles de años.

Sabemos que la mayoría son silvestres; salen en el patio, la huerta, el campo de cultivo, un bote o una maceta.  Las personas pueden ir al terreno de junto, al monte o a las orillas de los caminos a buscarlas.  Pueden tocar a la puerta de la vecina para que  les regale la que necesitan;  así aprovechan para platicar con ella de lo que cada quien sabe sobre ésa y otras plantas que sirven a los enfermos, cómo aplicarlas, cuándo, cuánto. Además de saber cómo están, van a conversar sobre las experiencias de gente que ambas conocen y conocer más de ellas.  Y si puede, la vecina les ofrecerá también un piecito para llevarse y sembrar en su casa.

Y si la planta que necesitan no existe por donde viven,  los hierberos que la ofrecen en el tianguis son la alternativa.  Allá van las personas a platicar con ellos sobre lo que cada quién sabe de medicina tradicional y a aprender mutuamente.

En los casos en que se acude a un curandero cercano, éste suele acompañar a la persona enferma en el proceso, que pasa por los cuidados, la confianza en él, en dios, la virgen o un santo al que se encomiendan para que intervenga, y en reconocer la fuerza de la tierra donde las semillas nacieron y dieron lugar a las plantas requeridas. Hay rituales de sanación y formas de uso de plantas que conectan con lo sagrado y misterioso porque al fin y al cabo el cuerpo y la vida son sagrados y misteriosos.  

EN RIESGO

Pero los huertos y los terrenos de cultivo libre de agroquímicos están acabándose. El monte se degrada rápidamente.  Y la cultura campesina desaparece.

https://youtu.be/dS5TPcxhmHA

No sólo en San Nicolás; en muchas partes.  No sólo los huertos y los terrenos de cultivo, también los árboles y plantas de los caminos y los patios de las casas de los pueblos, se extinguen.

https://youtu.be/IKRaDnSr6Po

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San Nicolás Malinalco pierde su esencia rural
SanNicolás
Iglesia del siglo XVII de San Nicolás Malinalco

 

UNA VALIOSA INICIATIVA

A pesar de su importancia,  los gobiernos locales suelen carecer de una política de conservación de la cultura de uso de las plantas medicinales y la protección de éstas.

 Sin embargo, en Malinalco, desde hace más de cinco años existe un proyecto ciudadano para construir y mantener un hermoso y digno Jardín Botánico. El grupo que trabajó en él convocó abiertamente a participar en presentaciones y discusiones de este proyecto con objeto de completarlo y consensarlo.  Uno de sus objetivos principales es la conservación de especies de plantas de esta región, muchas de las cuales son endémicas.   

Desde que nació la idea, el grupo ha buscado que el Jardín se haga a un lado del atrio del Convento, donde durante la época virreinal estaba la huerta de los monjes agustinos. Hubo, a lo largo de estos más de cinco años, varias reuniones con sucesivos párrocos encargados de este espacio y el provincial del que dependen, y el grupo modificó su proyecto inicial para incluir sus recomendaciones. pero nunca pudo llegar a un acuerdo con ellos.

En el proyecto arquitectónico se puede ver que el Jardín Botánico de Malinalco será un espacio de investigación, educación y divulgación de la cultura de las plantas medicinales y comestibles. En el centro de éste veremos una huerta tradicional, semejante a la que tenían los frailes hace algunos siglos. Tendrá una sala de usos múltiples para talleres y otros eventos y un laboratorio, y estará abierto al público.  Familias y grupos escolares podrán ir a aprender de este patrimonio natural de Malinalco. Generará trabajo, en especial para los biólogos de este pueblo; se conocerá y valorará aún más la flora de la región, y será un motor económico y un atractivo para que visitantes y turistas interesados en la cultura vengan a Malinalco. 

Dada la reticencia de los agustinos para participar en esta iniciativa, hay propuestas de la ciudadanía para que el Jardín Botánico se haga en otro lugar.  

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Santo Desierto del Carmen, Tenancingo México

Una de ellas sugiere alguna comunidad de Malinalco.  Otra alude a buscar espacio en el Santo Desierto del Carmen, que se encuentra en el municipio de Tenancingo. Aún no se le ha propuesto a la comunidad de carmelitas descalzos, que ha llevado a cabo desde hace años acciones en favor del pueblo y el medio ambiente.  Sin embargo, se piensa que verían con buenos ojos la iniciativa de los Amigos del Jardín Botánico, aunque sería más provechoso y tendría mayor impacto que se hiciera en Malinalco,pues la flora medicinal de aquella región montañosa de bosque de pino-encino es distinta y menos diversa.  

Mientras tanto, la búsqueda de recursos para llevar a cabo el proyecto de los Amigos del Jardín Botánico está suspendida, a la espera de mejores tiempos.

Marta Alcocer                                                                                                                              Malinalco, octubre de 2018

 

A partir del hallazgo y la lectura del documento:

*Chávez Mejía, María Cristina et-al. Prácticas curativas y plantas medicinales: un acercamiento a la etnomedicina de San Nicolás, (Malinalco) México. En: Cuadernos Geográficos vol. 56 #2, 2017, pp 26-47, Universidad de Granada, Granada, España.

  

 

 

 


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